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¿Fósforos o encendedor? La verdad detrás del fuego en tus rituales

¿Con qué deberíamos encender nuestras velas, sahumerios y herramientas? Si alguna vez te hiciste esta pregunta, no estás sola. Es un tema que genera muchas opiniones, mitos e incluso cierto dogmatismo dentro del mundo espiritual. Algunas voces afirman con firmeza que “tiene que ser con fósforos sí o sí”. Otras sostienen que no importa tanto con qué los prendas, sino desde dónde lo haces.

Hoy te propongo abrir este debate con información, contexto histórico y, sobre todo, conexión con la intención que cada una le pone a su magia. Porque más que reglas fijas, lo que necesitamos son rituales con sentido.

Un poco de historia: ¿qué fue primero, el fósforo o el encendedor?

Aunque muchas veces se afirma lo contrario, lo cierto es que el encendedor fue inventado antes que los fósforos. El primer encendedor rudimentario, llamado Döbereiner’s lamp, fue creado en 1823. En cambio, los fósforos tal como los conocemos no se popularizaron hasta la década de 1830 y su creación se ubica en 1827.

Esto nos recuerda algo clave: las herramientas cambian con el tiempo, pero la esencia del fuego ritual es siempre la misma. Y en la práctica brujeril, lo simbólico y lo intencional son tan importantes como el objeto que elegimos.

¿Por qué muchas personas prefieren los fósforos?

Quienes eligen fósforos para encender velas o sahumerios suelen hacerlo por varios motivos:

🔸 Son de madera: lo que los conecta con el elemento Tierra antes de activar el fuego.
🔸 Se consumen rápidamente: lo que evoca lo efímero y lo sagrado del momento.
🔸 No usan gas ni plástico: lo que para algunas brujas resulta más “puro” energéticamente.
🔸Legado: consideran que es lo que usaban las brujas de la antiguedad.

Pero también hay que decirlo: no hay evidencia histórica que respalde que en la brujería ancestral se usaban fósforos, sobre todo porque la mayoría de los grimorios antiguos fueron quemados durante la caza de brujas. Muchas prácticas se perdieron, fueron transmitidas oralmente o reconstruidas con el tiempo. No tenemos acceso a todas las respuestas… y quizás ahí también esté parte de la magia.

¿Y qué pasa con los encendedores?

Los encendedores tienen mala fama en algunos círculos, sobre todo por ser de plástico o por usarse también para fines poco rituales (como prender cigarrillos, por ejemplo). Pero si sos consciente del momento, si tu intención está clara y si lo que vas a hacer es un acto sagrado para vos, entonces… Por qué no usarlos, además así como la tecnología avanza, nosotrxs también lo hacemos

¿Qué poder tiene más valor: el del objeto o el de tu energía y conciencia al usarlo?

Muchas brujas urbanas, nómades o con movilidad reducida usan encendedores porque son prácticos, rápidos y más seguros para algunas circunstancias. Eso no las hace, para nada, menos brujas.

¿Qué elijo entonces?

En lo personal creo que es una elección personal y que siempre y cuando seas consciente, lo que elijas está bien. Así que, más que decirte qué “tenés” que usar, te invito a que observes:

  • ¿Qué sentís cuando prendés una vela con fósforos?
  • ¿Te resulta significativo? ¿O simplemente lo hacés porque leíste que “hay que hacerlo así”?
  • ¿Qué herramientas te hacen sentir cómoda, segura y conectada con tu práctica?
  • ¿Lo que usas sentís que te define como bruja?

La brujería no es un dogma. Es un camino. Y como toda senda sagrada, se recorre con autenticidad.

Conclusión: ¿Fósforós o encendedor?

El que mas te resuene. Ya conocés el contexto histórico así que elegí lo que más te resuena. Y en algún momento usás la hornalla, la estufa o algún otro artefacto, también está bien.


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