Ser bruja es un acto político: espiritualidad, memoria y resistencia
Ser bruja es un acto político. En tiempos donde parece que la vida es lo que mostramos en redes sociales —donde todo debe ser estético, perfecto y vendible— y cuando el éxito parece medirse en likes y seguidores, muchas cosas corren el riesgo de vaciarse de contenido y la espiritualidad no es la excepción.